Foto: Comunidad Aborigen Laguna de Tesorero |
por IGNACIO IGARZABAL.
A partir de hoy, y a lo largo de todo agosto, se celebrará en toda nuestra provincia y en distintos puntos de nuestro país -como ya viene sucediendo en los últimos años-, uno de los milenarios rituales “paganos”, típicos de la cultura andina e incaica, que consisten en sahumar las viviendas y en alimentar a la madre tierra, la Pachamama.
A lo largo de todo el mes las familias jujeñas aprovechan para sahumar a sus seres queridos, mascotas, al igual que sus pertenencias como vehículos y viviendas, para de esta manera librarlos de los malos augurios como la envidia.
Por este motivo es que desde hace varios días las galerías ubicadas en los alrededores de la Terminal de ómnibus, como así también en la vía pública, hay numerosos comerciantes de “especias” ideales para realizar ambas ceremonias.
Allí se pueden conseguir los diferentes tipos de resinas como incienso, mirra, romero y coa, utilizados comúnmente para sahumar, tanto las viviendas como los pozos en el que se rinde culto a la madre tierra. El precio de un “puñado” de cada uno de estos artículos, rondan entre los tres y cinco pesos.
La metodología de utilización es simple, se colocan brasas de carbón ardiendo dentro de un recipiente por lo general metálico y de a poco se van incorporando las distintas resinas para que comience a generar el humo que limpiará tanto los espacios físicos, como así también el espíritu de las personas, de las malas vibraciones.
Además los comerciantes ofrecen las “mesas” completas, que sirven para además de sahumar, para ofrendar a la Pachamama, ya que están compuestos por distintos tipos de alimentos, principalmente dulces. El precio de estos ronda entre los 3 y 50 pesos dependiendo del tamaño pretendido, incluyen además de las diferentes resinas bloques de azúcar, caramelos, adornos, cigarrillos y hojas de coca, para ofrendar.
De la misma manera los comerciantes “especializados” venden otros elementos para ofrecerle a la madre tierra, uno de ellos es el “suyo de llama”, se trata de un feto de llama, aunque también se pueden conseguir de oveja y cabra, utilizados durante el rito andino para ofrendar a la Pachamama. Se los consigue en precios de entre 80 y 120 pesos.
Ritual de la Pachamama
La “corpachada”, como es llamado el ritual de alimentar a la Pachamama, es un ritual consagratorio, en donde a través de un profundo pozo, que representa la boca de la deidad, se ingresa la comida, acompañada de rezos y pedidos para el año; muchos de ellos relacionados con la salud, vivienda y estabilidad económica.
La ceremonia para ofrendar a la Pachamama, una de las tres deidades incaicas (también están Inti, el sol, y la Quilla, la luna) se realiza a través del mencionado pozo, el cual, luego de ser sahumado, se colocan las brasas de carbón y las resinas, y luego cada persona introduce las comidas, y bebidas que ingiere, como así también cigarrillos y hojas de coca.
Durante el ritual se le ofrece a la madre tierra lo mismo que uno ingiere habitualmente, o lo que al menos ingerirá el día de la ofrenda, ya que de ésta manera se agradece todo lo que brindó a lo largo del año transcurrido desde agosto pasado.
Inclusive durante la ceremonia, a través de las ofrendas, los fieles aprovechan para pedir nuevos favores a la Pachamama. Es que muchos introducen pequeños objetos con formas de casas y automóviles de juguetes en representación de sus deseos, para que con los frutos que dé la madre tierra se los puedan adquirir.
Inclusive algunos acompañan la ofrenda con objetos relacionados a la medicina para pedir por salud.
Cabe destacar que en los paseos a los alrededores de la Terminal se pueden conseguir pequeños bloques hechos con azúcar con la impresión de diferentes objetos. “Qué mejor manera de pedir, que ofrendando”, reflexionó una vendedora.
Fuente: el tribuno de jujuy
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