(PL) La presencia de soldados estadounidenses en la costa pacífica guatemalteca para presuntamente combatir el narcotráfico y la oposición de organizaciones indígenas con la fiesta programada por el Gobierno a propósito del cambio de era maya, matizaron la semana aquí.
Unos 250 militares guatemaltecos y casi 200 marines de Washington que operan en la costa del Pacífico, supuestamente para combatir el tráfico de drogas, pese a que el país norteño es el mayor consumidor de estupefacientes ilegales del mundo, según la ONU.
Es el primer despliegue de infantes estadounidenses en la región, informó el sargento de la Marina Earnest Barnes, mientras el gobierno guatemalteco concreta una cruzada contra el trasiego de narcóticos.
Hace mes y medio Guatemala y el gobierno norteamericano suscribieron un pacto para autorizar esta operación denominada Martillo.
El Ejecutivo local está en guardia ante los efectos del narcotráfico aquí, donde la incautación de toneladas de pasta de cocaína y miles de unidades de precursores químicos apunta a que este país va rumbo a ser productor de sustancias alucinógenas.
La droga se convirtió en un producto sumamente lucrativo a partir de los enormes mercados encabezados por Estados Unidos, nación donde se consume cada año entre 150 y 160 toneladas de cocaína.
Casi el 90 por ciento de la cocaína consumida en aquel territorio entra a través de México y Centroamérica, revela el balance de 2011 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de las Naciones Unidas.